La pérdida de la pareja es, sin duda, una de las pruebas más difíciles de la vida, y cuya posibilidad de ocurrencia aumenta conforme pasan los años. ¿Qué implicancias tiene la muerte de un ser querido?, ¿qué ocurre cuando una persona casada se transforma en viuda?

Después de los 60, la inminente llegada de la viudez es algo previsible, por lo que las personas ya han ido asimilando un duelo anticipado, y llegado el momento de enfrentarlo aparecen varios desafíos por superar:

• Salir de un duelo no significa dejar de sentir tristeza o de extrañar a la persona, sino que tiene que ver con el aprender a vivir sin ella y poder construir un futuro desde esa realidad.
• La pena y la melancolía son sentimientos normales y necesarios para hacer un proceso de duelo sano.
• La angustia y la ansiedad son señales de que aún se necesita más tiempo para asimilar la pérdida.

Las etapas:
Negación, ira, negociación, depresión y aceptación, son las fases más conocidas. Sin embargo, no van seguidas unas de otras ni tampoco es necesario vivirlas todas. De hecho, no todos llegan a la aceptación, ya que eso depende de los estilos de personalidad y afrontamiento de cada uno.

¿Preparación?
Nadie está preparado completamente para una pérdida porque va en contra de nuestra naturaleza afectiva. Pero aceptar el paso de la edad, ser flexibles a los cambios y conversar sobre aprehensiones e inquietudes al respecto, ayuda a afrontar un duelo. Es decir, contribuye a verlo de una forma más natural, con mayor sabiduría.

En ese aspecto, el apoyo y la compañía de los familiares y amigos, permite entender que pese a la pérdida del cónyuge no se está solo. Las buenas relaciones interpersonales son uno de los aspectos que definen la calidad de vida en el adulto mayor.

¿Es posible enamorarse otra vez?
Algunas personas pueden efectivamente encontrar una nueva pareja que se acomode a sus necesidades y viceversa, y retoman su vida afectiva y sexual. Sin embargo, hay otras que pueden estar felices sin la necesidad de volver a enamorarse, y vuelcan su atención y cariño a otras áreas de su vida.

***Este artículo fue realizado con la colaboración de Camila Gutiérrez, psicóloga de Clínica Alemana