Paciente con vitiligo:

"Con este tratamiento recuperé el color de mi rostro"

07/09/2016
1 min lectura
"Con este tratamiento recuperé el color de mi rostro"

A los 17 años, le apareció la primera mancha blanca en la mano y no le prestó atención. Luego, le salió otra en el cuello y tampoco la tomó en cuenta. Pero, al poco tiempo, Sandra Fernández, 34 años, comenzó a ver cómo aparecían otras en su rostro, alrededor de los ojos y boca. Así, el vitiligo empezó a apoderarse de su piel hasta llegar al pecho, abdomen y pies.

Esta patología se caracteriza por la pérdida de color (pigmento) en distintas áreas de la epidermis, lo que da origen a parches blancos e irregulares, aunque al tacto se percibe como piel normal. “Fui a distintos especialistas y centros de salud y, en forma paralela, me preparaba recetas caseras que me aconsejaban. Utilicé todo tipo de cremas y ungüentos, pero nada dio resultado, hasta que llegué a Clínica Alemana donde me indicaron fototerapia y con este tratamiento recuperé el color de mi rostro”, afirma.

Ella supo de esta alternativa porque un compañero de trabajo, quien también tuvo esta patología, le comentó que él se lo había realizado, con muy buenos resultados. Esperanzada, consultó a la doctora Carmen Bruning, dermatóloga de esta institución, quien consideró que era una buena candidata para el tratamiento.

¿En qué consiste la fototerapia?

Sandra recuerda que, al iniciar las sesiones, en abril de este año, la doctora Bruning le indicó que tenía que tener paciencia, que se trataba de un proceso lento, pero que su pronóstico era auspicioso.

El tratamiento del vitiligo con fototerapia se efectúa en una cámara cerrada y computarizada, con columnas de lámparas que emiten luz ultravioleta tipo B banda angosta (UVB ba) que ayuda a que se reactive la melanina. Esto puede hacerse de manera localizada o generalizada (cuerpo completo), que es el caso de Sandra. Los ciclos son de 24 sesiones con una duración promedio de 2 a 4 minutos, día por medio.

En el primer ciclo, algunas zonas de su rostro ya comenzaron a tener pigmentación, pero fue el segundo el que le devolvió su color después de 17 años.

“Al comienzo me molestaban los párpados, los sentía hinchados y, a veces, se tornaban rojizos, pero mi ánimo no decayó nunca. La doctora Bruning fue capaz de transmitirme la confianza que necesitaba para continuar”, cuenta Sandra.

Hoy, se encuentra en su tercer ciclo, porque las zonas de las manos y pies requieren de más sesiones de tratamiento, dado que en las extremidades es más difícil recuperar la coloración normal.

Sandra ya no utiliza maquillaje porque no necesita esconder las manchas blancas irregulares que cubrían su rostro. “¡Me siento bonita y todos me lo dicen!, mi autoestima mejoró; mi familia está contenta y yo muy agradecida de Clínica Alemana, porque aquí encontré el tratamiento adecuado para superar mi problema”, concluye.

Equipo de Dermatología

 

 


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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