Paula nunca supo que tenía mamas supernumerarias. Cuando era niña no se dio cuenta y de grande pensó que los bultos que tenía se debían al sobrepeso. Recién en su segundo embarazo, como a los 7 meses, notó cuando se estaba bañando que el volumen debajo de la axila derecha era más grande de lo normal. "Me asusté porque pensé que podía ser cáncer. Aún así, no fui al médico", cuenta esta mujer de 37 años que vive en Renaico.
Cuando su hija tenía tres años, Paula bajó alrededor de 15 kilos. "Pensé que con eso iban a desaparecer, pero seguían ahí. Ahí consulté por primera vez, eso fue en 2005. Al verme, el doctor me explicó de qué se trataba y empecé los trámites para operarme en el hospital, pero como no es AUGE, fue algo demasiado lento, nunca me llamaron", relata.
Para ocultar su problema, Paula usaba chaleco en invierno y verano. Además, tenía dolor, especialmente en el lado derecho, sobre todo durante el periodo menstrual. Las molestias eran al hacer fuerza, escribir, incluso, para cocinar. Tenía que dormir para el lado contrario y le impedía hacer una vida normal.
La doctora Viviana Pineda, cirujano de mama de Clínica Alemana Temuco, explica que la paciente tenía mama axilar bilateral (una mama extra por cada axila) o polimastia, lo que se produce por una anormalidad en el desarrollo embrionario que consiste en la persistencia de estructuras glandulares mamarias en el trayecto que va desde la axila hasta la ingle y que se denomina "línea mamaria". Puede manifestarse como glándulas completas (incluyendo pezón y aréola) o incompletas.
La especialista explica que el único tratamiento que soluciona este problema es la cirugía, que fue lo que se le hizo a Paula, es decir, extirpar la glándula accesoria en ambas axilas junto con la piel sobrante.
"Con el boom de los programas de cirugía estética en la televisión me atreví a escribirle a todos, pero nunca me contestaron. Eso hasta que en marzo de 2011 Patricia Espejo, del programa VIDA, me dice 'envíame tu caso'. Al otro día, a primera hora, mandé el e-mail con el título 'tengo 4 mamas'", sostiene Paula.
"Cuando supe que me iban a operar en Clínica Alemana Temuco lloré de la emoción es que mi vida no ha sido fácil. Era un regalo de Dios, porque para mí era algo tan inalcanzable, un sueño imposible", cuenta emocionada.
La importancia de recibir tratamiento
Se estima que, aproximadamente, entre el 5 y 6% de las mujeres presenta esta anormalidad y la mayoría de las veces es de tamaño pequeño, por lo que suele confundirse con tejido graso.
La doctora Pineda explica que, generalmente, los síntomas aparecen con los años y, en particular, con los embarazos. Asimismo, la presencia de tejido mamario accesorio provoca problemas estéticos al ser visible como una protuberancia. En algunas ocasiones, también se puede presentar dolor en la zona axilar provocado por la estimulación hormonal de este tejido. Cuando existe una mama completa (con pezón y aréola funcional) también puede producirse salida de leche de esta mama supernumeraria.
Este tejido puede estar presente toda la vida y presenta las mismas patologías que el tejido mamario normal, es decir, quistes, nódulos sólidos y eventualmente cáncer de mama. Cuando el volumen es evidente se recomienda extirparlo para evitar que afecte la calidad de vida de las pacientes.
Por eso mismo la cirugía cambió su vida, ya que además de tratar su polimastia, se le corrigió un defecto estético, es decir, se le realizó un levantamiento de mamas. "Estoy muy agradecida de Dios, de TVN y de la Clínica. Yo estaba acostumbrada a mirarme al espejo y verme así, entonces cuando me vi por primera vez no lo podía creer, para mí lo normal era verlas caídas y con dos bultos, uno a cada lado. Antes era la parte de mi cuerpo que más odiaba, hoy ya no. Recuperé la confianza. Siento que, prácticamente, me reconstruyeron. Fue un cambio radical", concluye.