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Jueves 9 de julio de 2009

Deporte y contaminación: Una mezcla poco saludable

Practicar actividad física con niveles altos de polución ambiental tiene efectos nocivos para la salud, los que pueden no presentarse inmediatamente, pero que con el tiempo comienzan a hacerse evidentes..


Por María Eliana Thomas P.
Periodista de Clínica Alemana



La actividad física tiene múltiples ventajas para la salud física y mental. Sin embargo, hay días en que hacer ejercicio puede ser más dañino que beneficioso. La mala calidad del aire se ha transformado en uno de los principales enemigos de quienes practican deporte.


Este problema se agudiza en invierno, cuando las características climáticas de la cuenca de Santiago no favorecen la dispersión de contaminantes, lo que se ve potenciado por su topografía, es decir, por las características del terreno.

Este año, en la Región Metropolitana, se han decretado 17 alertas ambientales, lo que se hace cuando las condiciones de calidad del aire alcanzan niveles considerados malos, es decir, un Índice de Calidad del Aire referido a Partículas (ICAP) en el rango entre 201 a 300. Cuando se ubica entre 301y 500 se trata de Preemergencia, y desde los 501 hacia arriba es Emergencia.

Estos niveles de contaminación no permiten un ambiente propicio para realizar actividad física, dado que con el ejercicio aumenta la demanda respiratoria generada por una mayor actividad cardiovascular. Si el aire no tiene la pureza adecuada, se inhala material particulado, el que afecta las vías respiratorias.

El doctor Iván Caviedes, médico broncopulmonar de Clínica Alemana, explica que muchas veces los efectos inmediatos de la contaminación atmosférica no se detectan, pero hay ocasiones en que son evidentes y van desde irritaciones menores de la vía aérea superior hasta cuadros de tos irritativa de diferente magnitud. Sin embargo, los principales problemas se presentan a largo plazo, luego de una exposición reiterada.

"Es muy posible que un deportista o un individuo sano que practique ejercicio en un día con elevados niveles de contaminación no presente síntomas, pero la exposición repetida lleva a una inflamación progresiva de la vía aérea e hiperreactividad bronquial. A su vez, la vía aérea inflamada, es un terreno fértil para las infecciones respiratorias, de tal modo que se entra en un círculo vicioso de contaminación, inflamación e infecciones respiratorias", agrega.


Dr. Iván Caviedes
Médico broncopulmonar

Cuando hay elevados índices de contaminación ambiental, son más susceptibles a enfermarse quienes tienen patologías pulmonares pre-existentes o crónicas, o enfermedades asociadas, como insuficiencia cardiaca, nefropatías, daño hepático crónico y diabetes insulino requirente, entre otras. En periodos de epidemia de infecciones respiratorias, los niños son el primer universo afectado, luego los adultos mayores y aquellas personas con enfermedades crónicas.