Cirugía de Ligamento cruzado anterior de rodilla
La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), es una lesión compleja que afecta principalmente a pacientes jóvenes. La cirugía de reconstrucción permite recuperar la estabilidad de la rodilla. El proceso de rehabilitación kinésica que acompaña a la cirugía es trascendental en la obtención de resultados post operatorios exitosos.
La cirugía será indicada por su médico tratante de acuerdo a cada caso.
La aplicación de la Vía Clínica puede variar según el criterio del médico tratante, de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
Recomendaciones
pre-operatorias
Recibirás un llamado telefónico previo a tu intervención, para aclarar dudas y te indicarán:
- Ayuno previo a la cirugía (8 horas).
- Hora y lugar de ingreso.
- Traer exámenes pre-operatorios.
- Traer ropa cómoda y zapatillas a la Clínica.
Durante la hospitalización
- Luego de la cirugía estarás hospitalizado entre una y dos noches.
- La rehabilitación kinésica se inicia durante la hospitalización.
- Sólo podrás levantarte con bastones asistido por personal de la clínica.
- El dolor después de la cirugía será manejado según protocolo.
Al alta
- Podrás caminar con bastones.
- Aplicar hielo local intermitente.
- No debes mojar las heridas.
- Se indicará fecha de control al momento del alta.
- Se debe agendar el inicio de kinesiterapia durante la primera semana después del alta.
Seguimiento
- Debes mantener controles post-operatorios para monitorear tu evolución.
- Nunca retornar al deporte por cuenta propia.
- Al cuarto mes post-operatorio es importante una evaluación con un deportólogo. Esta ayudará al plan de reintegro deportivo/funcional y apoyará la recuperación muscular (Sin cobertura por Convenio Accidentes).
- El alta sólo será dada por tu médico tratante al cumplir los criterios para ello. Se realizará una encuesta final de funcionalidad, a los doce meses luego de la cirugia.
En qué casos contactar al equipo médico o dirigirse al Servicio de Urgencia.
- Fiebre persistente, mayor a 38° después de cinco días post-operatorios.
- Dolor en aumento en el sitio operatorio.
- Enrojecimiento extendido hacia la pierna.
- Malestar general, náuseas o vómitos persistentes.
- Dificultad respiratoria.
- Aumento de volumen doloroso de la pantorrilla.