El yodo radiactivo (131I o radioyodo) es un elemento emisor de radiaciones beta y gama que actúa sobre las células tiroideas, tanto benignas como malignas, destruyéndolas. El cáncer diferenciado de la glándula tiroides (tipos papilares y foliculares) y sus metástasis poseen, en general, la propiedad de concentrar yodo-radioactivo en su interior en cantidades mucho mayores que el resto del cuerpo. La mayor parte de la radiación aportada por el yodo es absorbida por el tejido tiroideo con mínimo efecto en el resto del organismo. Esta terapia ha sido aplicada en seres humanos con buenos resultados en términos de tolerabilidad y eficacia por más de 60 años.

¿En qué casos es beneficioso el tratamiento con radioyodo en cáncer de tiroides?

La recomendación de recibir o no radioyodo depende de una serie de factores, tales como tipo histológico, tamaño del tumor y presencia de metástasis ganglionares o metástasis en otros órganos. Este tratamiento, en general, no es recomendado en pacientes de muy bajo riesgo de recurrencia o persistencia del cáncer de tiroides.

¿Qué preparación se debe realizar para recibir el radioyodo?

El tratamiento se efectúa cuando los niveles sanguíneos de la hormona TSH (hormona estimulante del tiroides) alcanzan valores sobre 30 uUI/mL, de manera de que las células tiroideas aumenten su capacidad para ingresar el radioyodo a su interior.

Existen dos formas de preparar al paciente para lograr este aumento de TSH:

  • No recibir la hormona tiroidea (levotiroxina) por un período de 3-4 semanas. Esto produce que las hormonas tiroideas (T4 y T3) estén muy por debajo de lo normal, lo que induce que la hipófisis aumente la producción de TSH. Este estado de bajos niveles hormonales (hipotiroidismo) genera síntomas de intensidad variable entre un paciente y otro, tales como decaimiento, falta de energía, somnolencia, aumento leve de peso, dolores musculares, falta de concentración, constipación, frío, leve aumento de volumen facial o de piernas y cambios emocionales que pueden asemejarse a una depresión, entre otros. Algunos pacientes presentan síntomas leves, mientras en otros estos pueden ser más intensos. Es importante que durante el período sin hormonas y algunas semanas después del inicio de ellas, el paciente no conduzca automóviles ni maneje maquinaria pesada, ya que los reflejos pueden verse reducidos, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Los síntomas son transitorios y desaparecen después de algunas semanas de reiniciada la levotiroxina.
  • Administración de TSH recombinante humana o rhTSH.
    Este método de preparación consiste en la administración mediante inyección intramuscular de la hormona TSH en dos días consecutivos (generalmente lunes y martes), seguida de la administración de radioyodo un día después de la última inyección. Tiene la ventaja de no necesitar la suspensión de las hormonas tiroideas, por lo tanto, evita los síntomas del hipotiroidismo. La desventaja es su alto costo.

La eficacia de ambas preparaciones es la misma.

¿Es necesario realizar alguna dieta especial?

Es importante seguir una dieta baja en yodo al menos 7 días (e idealmente 14 días) antes de recibir el radioyodo (ver folleto específico).

¿Qué otros cuidados se debe tener en el período previo a recibir radioyodo?

Debe evitarse el uso de medios de contraste yodados para exámenes radiológicos (escáner u otros) en los tres meses previos al tratamiento con 131I, ya que puede afectar su eficacia. Los medios de contraste de la resonancia magnética no interfieren en el tratamiento. Asimismo, algunas tinturas para pelo pueden contener yodo, por lo tanto, es preferible evitar su uso los 3 meses previos, salvo que se conozcan claramente sus componentes y quede claro que no contengan yodo. Comente a su médico tratante si ha recibido medio de contraste o se ha teñido el pelo en el período de 6 meses previo a recibir el radioyodo.