Fecha de publicación: 16/01/14 , Por CN=Acevedo R. Josefina,OU=Área no ADM,OU=Relaciones Públicas,OU=CAS,dc=alemana,dc=cl , Periodista de Clínica Alemana

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Con la llegada del verano, muchos se sienten motivados para empezar a hacer deporte y ponerse en forma, sin considerar las consecuencias de hacerlo sin preparación y después de una temporada de sedentarismo. Para empezar es fundamental ser precavido para que los beneficios de la actividad física no se transformen en lesiones, sobre todo en personas que nunca u ocasionalmente practican deporte, explica Raúl Ulloa, kinesiólogo del Centro de Kinesiterapia y Rehabilitación Física de Clínica Alemana Temuco. “Es recomendable consultar al cardiólogo o especialista en deporte y realizar un test de esfuerzo, especialmente, en hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 50 y también en personas con sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, estrés y son fumadores, ya que tienen mayor riesgo cardiovascular”, sostiene. En esta época algunos empiezan a trotar o van a las estaciones de máquinas multiejercicios habilitadas al aire libre. Otros, se inscriben en el gimnasio a clases de zumba, spinning y aeróbica, o bien, practican fútbol o tenis. Desde el punto de vista musculoesquelético, los deportes  de mayor riesgo son los de contacto, como el fútbol y los cardiovasculares, son los aeróbicos como el trote. El especialista explica que hay síntomas normales y otros que no, por lo que es importante  aprender a reconocer la respuesta del cuerpo frente a una exigencia física. “Si al comenzar hay mucho cansancio, excesiva transpiración, pulso con ritmo alterado o si queda muy adolorido, es necesario bajar la intensidad y dejar, al menos, 24 horas de recuperación, considerando un buen sueño, hidratación y reposo cuando corresponda”, enfatiza. Se debe estar atento a síntomas anormales y graves como aparición aguda de dolor o presión en la zona torácica, sensación de agotamiento, mareos y dolor o calambres en el brazo izquierdo, ya que pueden ser señales de un infarto. Las lesiones más comunes dependen del tipo de actividad física: Fútbol: Distenciones o desgarros musculares, esguinces de tobillo y rodilla, y ruptura del tendón de Aquiles. Running: Lo más habitual son los dolores articulares de tobillos, rodillas, caderas y columna, los que pueden ser causados por el uso de zapatillas inadecuadas o porque la superficie es muy dura (cemento).  Además, suelen aparecer contracturas musculares. Bicicleta: Lo más común es la tendinitis en las rodillas y dolores de columna, debido a la posición. Tenis: Tendinitis en el codo, hombro y rodilla, además de contracturas musculares. Aeróbicos y ejercicios con pesas: Lesiones en los tendones y ligamentos (esguinces) o desgarros musculares, sobre todo cuando no hay calentamiento previo y elongaciones. Consejos: - Consultar previamente a un cardiólogo o deportólogo  - Hidratarse antes de empezar. En verano, tomar entre 500cc. y un litro de agua por hora de ejercicio. - Usar zapatillas adecuadas, con amortiguación necesaria para cada tipo de deporte. La ropa debe ser cómoda y de una tela que permita eliminar la transpiración excesiva (dry fit). - Realizar calentamiento previo. Partir con una rutina de movilidad articular y luego elongaciones musculares suaves. - Finalizar con estiramiento y elongación de la musculatura de piernas, tronco y brazos. - Si al momento de estar realizando la rutina se siente mal, debe parar, descansar y evaluar si puede retomar el ejercicio. Nunca sobreexigirse. - Si el deporte es al aire libre, usar filtro con protección UV y gorro. - Realizar actividad física regular, tres veces por semana, en sesiones de 30 o 45 minutos.