La importancia de hidratarse

El agua corresponde al 60% del peso corporal total, siendo un componente esencial de la sangre y, en general, de los líquidos y fluidos del organismo. El funcionamiento de todos los órganos y sistemas del cuerpo requieren de ella.
La nutricionista de Clínica Alemana de Valdivia Cecilia Catalán explica que los principales beneficios de estar hidratado son que reduce el riesgo de que se produzcan cálculos renales y optimiza la función de los riñones, produciendo mayor cantidad de orina, además de limpiar mejor la sangre de sustancias de desecho, las que se eliminan con más facilidad.
En general, la cantidad de agua que una persona necesita se determina en relación con las calorías ingeridas. Menos de la mitad es aportada por los alimentos, especialmente frutas y verduras, el resto debe ser ingerida en forma de líquidos.
La especialista dice que, por ejemplo, una persona que consume 2.500 calorías diarias necesita 2,5 litros de agua, de los cuales cerca de uno debe ser proporcionado por los alimentos, 0,3 por el organismo, a partir de procesos metabólicos, y 1,2 litros por la ingesta de líquido.
Estas necesidades hídricas aumentan cuando se realiza actividad física, especialmente en condiciones de calor, humedad alta y viento. Así también, frente a síntomas como fiebre, la ingesta de líquido es fundamental para reponer la pérdida de agua y regular la temperatura.
La falta de agua es fisiológicamente compensada por dos mecanismos fundamentales, la sed, que conduce a tomar agua y la concentración de la orina por parte del riñón, que provoca que sea menos abundante.
En las personas mayores, el centro que regula el mecanismo de la sed deja de ser tan efectivo, por lo que es muy importante que tomen agua, aunque no sientan la necesidad.